

Llegamos a La tatacoa!
Distancia Pereira al Desierto de la Tatacoa (Huila): 313 kilómetros. Peajes: 3 con valor de $29.900. Vía en buenas condiciones, aunque con demoras en el alto de la línea.
Y seguimos en ruta, esta vez con destino al Desierto de la Tatacoa. Tenemos mucha ilusión de vivir una experiencia y seguir conociendo los sitios de Colombia, que aún no habíamos tenido la posibilidad. De nuevo el tema de peajes! Se nos hace muy costoso el tránsito por las vías de Colombia y haremos un resumen de los costos y kilómetros. La vía está en buenas condiciones, aunque en algunos tramos están haciendo mantenimientos, por lo que se demora el recorrido. Y en la subida por la línea, tuvimos una demora de unas dos horas, debido a un camión varado. Uno de esos grandes, con carga extra ancha y que aquí, les llaman Mamuts. Tuvimos un día muy despejado y brillante y hace que los paisajes cobren más vida. Y eso nos entusiasma.
Mas adelante, nuestro GPS se “desubicó” y nos señaló como la vía más rápida, una entrada por Natagaima, en el departamento del Tolima. Preguntamos si era la vía y nos dieron las indicaciones. Se confabularon con el GPS, porque la ruta asfaltada, se toma desde Neiva, en el Huila. Gracias! Resultó ser una carretera que nos llevó por pueblitos como Potosí y nos condujo a través de unos viejos túneles, muy angostos, por donde apenas pasaba nuestro carro y luego sobre un vetusto puente metálico sobre el río Magdalena. Eran las antiguas vías de ferrocarril. De allí en adelante, fue necesario ir preguntando, porque el GPS sencillamente se perdió y no volvió a aparecer. En principio, pensamos que estábamos perdidos. Pero el paisaje pudo más que el temor. Finalmente! Si, finalmente, llegamos a La Tatacoa y el paisaje nos llenó los ojos y recargó nuestras energías. Y como es habitual en nuestra aventura, llegamos a buscar hotel. Al llegar al observatorio (de nuevo nos perdimos porque íbamos hacia Villavieja) nos enteramos que la oferta de hospedaje es alta en el mismo desierto, cosa que preferíamos. Solo fue manejar unos pocos metros y nos encontramos el Hotel doña Lilia, justo a la entrada a Cusco. El valor del camping es de $7.000 por persona/noche y luego de “reagatear” pagamos $25.000 por dos días. Realmente muy económico. Además los baños y el sitio en general, está muy bien cuidado.

Atardecer en el Desierto
Así que armamos nuestra carpa auxiliar, una pequeña, que traemos para climas poco lluviosos y por supuesto, mucho más fácil de armar. Ya era el atardecer y nos fuimos al observatorio astronómico. Es una buena oportunidad para aprender de la vía láctea y el universo, en uno de los mejores cielos para observar las estrellas. Como todo no puede ser perfecto, teníamos una Luna, con un 65% de luminosidad, por lo que anticipamos que no era la mejor noche, pero sin otra alternativa, acudimos a la cita. La entrada cuesta $10.000 por persona. El director del observatorio, el Dr Guillermo García, abogado y astrónomo nos enseñó a ubicar la rosa de los vientos, los puntos cardinales y con su láser, nos ubicó al planeta Venus y Marte, que pudimos observar en los telescopios ubicados para ese propósito. Además, observamos la Luna y vimos “de cerca” sus cráteres y formaciones. Al final, tuvimos la oportunidad de grabar una pequeña charla con Guillermo, quien nos recomendó visitar el OATA, cuando estuvieramos en Atacama, Chile.
Al día siguiente, salimos en compañía de nuestro guía rumbo a Cusco y los hoyos. Como recomendación, hay que tratar de formar grupos. En principio, el valor era de $60.000 para nosotros, pero aprovechamos que llegó una familia paisa y pudimos compartir el valor. Finalmente, el grupo quedó conformado por ocho personas, por lo que el costo final nuestro, fue de tan solo $20.000. Iniciamos el recorrido por Cusco, donde la tierra es rojiza y los cactus que se estiran en forma de candelabros componen el paisaje, que a propósito, es la segunda zona árida más extensa de Colombia, luego de la península de la Guajira.
Esta parte del desierto, presenta dos colores característicos: ocre o rojizo, que contrasta bellamente con el intenso azul del cielo.El nombre de La Tatacoa, se lo dieron los españoles, porque era la forma de llamar a la serpiente de Cascabel. Sentirnos dentro de este escenario natural, tan especial, nos llena de vida. Y no crean, el espíritu viajero se cansa. Piensen que normalmente, en nuestra vida corriente, tenemos dos días de descanso por semana y todas las comodidades a la mano. Pero para nosotros los viajeros, no hay domingo y solo se ve el descanso, mientras que nuestras sensaciones nos comunican vida. Esta vida que planeamos y que estamos viviendo!
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Al terminar el recorrido, con una temperatura que rondaba los 42 grados centígrados, nos fuimos a Los Hoyos, a unos ocho kilómetros de Cusco. Su paisaje es gris, que nos produjo una sensación como de tristeza y empezamos la caminata por el laberinto que tenía diferentes formaciones extrañas, como que se
parecía al paisaje lunar. Es necesario ir bien bien protegido del sol, con bloqueador, zapatos cómodos y un sombrero o una cachucha, además de nuestro infaltable morral de hidratación. La caminata no se hace incómoda a pesar de las condiciones, porque en cada curva, emerge un paisaje tan diferente y especial, que anima a seguir descubriendo el laberinto, con algunas explicaciones del guía. Al final, ya con cansancio, la caminata termina en un oasis: una espectacular piscina, de agua que nace bajo las áridas tierras del desierto- Apenas, para refrescarnos del calor y la larga caminata. Hay que pagar $5.000 por
persona y en un pequeño kiosco, venden bebidas y snacks. En medio de la emoción, nos fuimos al vestier a colocarnos los trajes de baño. Martha se lanzó primero al agua. Yo, me fuí a acomodar las cosas y me pareció una excelente idea hacer un video, lanzándome al agua. Genial idea!! No? Solamente olvidé que la cámara estaba sin el estuche protector de agua…. *#@**aaaaa! Mi cámara consentida hizo glub, glub. Al
parecer murió. Sin embargo y en un intento desesperado, saqué la pila, la sacudí y si hubiera podido darle respiración boca a boca, pues lo habría hecho. La dejé sobre el morral y a esperar si el sol hacía lo suyo. Por ahora, a disfrutar de esta agradable piscina y a refrescarnos. Y en este kiosco, dejamos nuestra
calcomanía, junto a la de otros viajeros.Luego de un par de horas, salimos de nuevo hacia el hotel, donde tomamos el almuerzo. El costo es de $13.000 por persona y estuvo bien.
Por la tarde decidimos irnos a Neiva, capital del departamento de el Huila, recorrimos 129 kilómetros de ida y vuelta al desierto. No hay peajes en la vía pero el tramo de Fortalecillas (donde venden las mejores achiras) a Neiva está en muy malas condiciones. Neiva ciudad pujante en proceso de crecimiento y desarrollo, posee una economía muy dinámica basada en el ecoturismo, gastronomía, industria y comercio. Conocimos sitios relevantes tales como: el malecón o circunvalar donde están el mirador del parque isla de el Mohan, la escultura la Gaitana de el maestro Rodrigo Arenas Betancour , luego fuimos al parque Santander , allí vimos la gobernación del Huila y a un costado observamos un templo colonial del siglo XVII muy bien conservado, al otro costado la catedral de la inmaculada Concepción que estaba cerrada. Caminando por sus alrededores vimos el edificio nacional de estilo mudejar, con vistosos arcos en forma de herradura y capiteles lujosamente decorados uno de los edificios más pintorescos de la ciudad allí funciona la DIAN y la administración postal, luego bajamos a la plaza cívica los libertadores en marcada por un gran monumento monumento al cuarto centenario?
Recorrimos otras calles más y observamos muchas esculturas y el bloque principal del centro de convenciones José Eustacio Rivera y llegamos al centro comercial san Pedro. Allí hicimos una parada técnica: un par de cervezas, que se convirtieron en cuatro. Era mucho calor! Además teníamos internet gratis, de nuevo, del café Juan Valdés. Y luego, hacia nuestro hotel, en el desierto, a pasar la noche.
Al día siguiente, nos dispusimos a seguir nuestro viaje a San Agustín, pero al entrar a los termales de Rivera, encontramos el hotel Los Gabrieles, donde también hicimos camping, con valor de $30.000 el día. un hotel muy agradable, con buenas comodidades y una buena piscina. Rivera es famosa por sus agua termales, y su micro clima con bellos rincones de exuberante vegetación. Este municipio fue renombrado Rivera en memoria al escritor José Eustasio Rivera nacido en este municipio. En su parque, además de tener el busto al escritor, hay un obelisco con las 9 caras de los concejales asesinados en el 2006.
Distancia Desierto de la Tatacoa a Rivera: 87 kilómetros. Peajes: 0. Al Fin! Vía en buenas condiciones, con excepción del tramo de Fortalecillas a Neiva, que está con paso a un carril y muy deteriorada.
No te vayas a perder el video de nuestro canal de YouTube. En el, están los colores del desierto, las caminatas y mucho trabajo de nuestra parte. Y si te gusta, no olvides darle me gusta y compartirlo. Para verlo, haz click aquí.
13 Comments On 13. Desierto de La Tatacoa
Sergio López
Me gustó mucho su narrativa, no conozco el desierto por eso quería conocer rutas y relatos de esperiencias de personas que ya hallan ido , mi desplazamiento es desde Pereira, gracias
Gracias Sergio. Excelente proyecto y te enviamos nuestra energía positiva para tus rutas. Sin duda será una experiencia para no olvidar.
Un abrazo
Eliana Lombo
Hola..me parece muy bueno los comentarios ,somos scouts y la verdad nos gusta leerlos antes de salir con nuestros jóvenes a recorrer nuestra Colombia…mañana nos vamos para el desierto gracias por la información de los túneles….el puente que tu dices creo que se llama golondrinas..mi abuelo estuvo en su construcción en esa época..abrazos
Hola Eliana. Que gusto que nos leas y recibimos con entusiasmo tus comentarios. Gracias por el dato del puente. Un abrazo, Felipe&Martha
Linna
Hola, me gustó mucho su narrativa de viaje. Ya fui a La Tatacoa, no fue mi mejor experiencia de viaje; por lo que voy a volver y tendré en cuenta su bitácora. Saludos
Muchas gracias Linna y nos encanta que sea de utilidad nuestro blog. Un abrazo
Carlos Javier Ortiz
Pipe, este fin de semana estuvimos en el desierto con mi esposa. Aunque los leemos con frecuencia, no habíamos leído sobre el escrito de ustedes en la Tataco. Llegamos por Neiva, pero al regreso, Waze nos mostraba la vía que describes de los túneles. Como íbamos en automóvil, la verdad nos dio bastante susto pasar el primer túnel, encontrar el puente sobre el rio Magdalena y lo último que imaginamos fue otro túnel al final del puente. Había llovido y el barro era impresionante, pero fue una aventura genial y el carro se portó muy bien. Los seguimos y los leemos con frecuencia. Si Dios quiere iremos a La Guajira con las indicaciones que ustedes expresaron. Saludos y adelante con ese viaje.
Hola Carlos Javier! Es una ruta muy recomendable, porque la sensación de transitar por sitios que no son de uso frecuente, le agregan valor a la experiencia y los deja clavados en el recuerdo. Nos encanta que nos sigan! Es una tarea que requiere tiempo y nos gusta, aunque aún estamos en proceso de aprender todo este mundo digital. De la Guajira: abran los sentidos y sientan las voces del silencio. Un paraje natural, con el silencio y las proyecciones de los wayú, que sin decir, con su mirada, comunican sentimientos, hacen de esa mezcla, algo que hay que vivir y solo se entiende, luego de haber estado allá.
Un abrazo y estamos en contacto.
andres mesa
Buena tarde, estoy interesado en hacer esa ruta, me da un poco de cosa por que el carro en el que voy es muy bajito, me gustaría saber que opinan ustedes ya que la conocen y cuanto tiempo podría durar el recorrido, gracias
El carro bajito puede ser un problema, en especial si llueve. Pero vale la pena intentarlo, es muy agradable. Saludos
Wilson Arturo Caceres
Martha & Felipe. Muy buenas las fotos de nuestra Colombia, paisajes para recordar y vivir. y que excelentes articulos, una bitácora muy completa de su aventura, que cada dia esperamos con emoción y acompañamos a la distancia…Feliz viaje….
Nicolas y Viviana
Ahi vamos conociendo mas de nuestra patria, algunos paisajes recordamos y otros nuevos, Pepe y Martha, nosotros estamos viajando con ustedes…… día a día.
Nico, que bueno tenerlos tan cerca. Esperamos que lo que estamos compartiendo, sea util y entretenido para ustedes. Un abrazo