97. Córdoba Capital, la Ciudad Docta.

Luego de un delicioso asado argentino, continuamos nuestra ruta hacia la ciudad de Córdoba, capital de la provincia del mismo nombre. Las vías en excelente estado atravesaban verdes planicies y ofrecían una vista muy bonita.
La primera impresión es de una ciudad organizada, limpia y agradable. Córdoba fue capital provisional de Argentina dos veces en el pasado. Hoy es una ciudad cosmopolita con una población de un millón quinientos mil habitantes, siendo una de las ciudades mas antiguas del extremos sur del continente.
El frío era intenso y a pesar de estar bien protegidos lo sufríamos en cada hueso. Una sensación incómoda, molesta que se diluyó con la emoción de llegar a una nueva ciudad en nuestra aventura y muy especialmente, porque tuvimos la inmensa suerte de compartir con nuestros amigos viajeros Pablo&Gloria, una pareja argentina que vive en Monte Cristo, situada a veinticinco kilómetros de la capital, sobre la ruta 19. Nos conocimos durante la preparación de nuestra aventura cuando intercambiamos mapas de lugares por visitar y mas tarde, nos encontramos en la cascada El Pailón del Diablo en Ecuador, aunque fue muy breve.

Viajar, descubrir y conocer hacen parte de cualquier aventura. Pero compartir es la que le da ese sabor tan especial, tan particular. Y en este caso, llegar a casa de Pablo&Gloria después de un año y medio fuera de casa y poco mas de 50.000 kilómetros son un buen ejemplo porque esa magia que se inicia con una sonrisa, pasa al abrazo y se anida en las animadas conversaciones. Son un auténtico bálsamo que rellena el tanque de los afectos y se sienten al 1000%.
Sabemos bien que todos los que nos leen, en especial los viajeros, comprenden su verdadero significado. Seamos objetivos: apenas si nos conocemos. No tenemos historias para recordar de días pasados. La parte subjetiva, es que surge “de la nada” esa magia que nos hace sentir viejos amigos casi rayando en en esos parientes queridos que no veíamos hace algún tiempo. Y para ser justos, esa química que surge naturalmente, requiere de personajes como Pablo&Gloria. Cuanto cariño sentimos y como agradecemos esta linda oportunidad de dejarnos hacer parte de sus días, de su cotidianidad. Y por si fuera poco conocimos a Vilma, hermana de Gloria, una mujer alegre y jovial. También a sus hijas y una hermosa nieta.
Viajar re acomoda el espíritu. Permite derribar esas barreras invisibles que vamos edificando con las personas que nos rodean. Arrasa sin contemplación esos miedos que instalamos atendiendo las noticias que hablan de los “riesgos de salir a la calle”. Nos encanta sentirnos libres sin desconocer los riesgos que aunque existen, ahora no nos limitan.
Disfrutamos a fondo comprender(nos) dentro de una sociedad mayoritariamente buena donde es posible construir una amistad partiendo con una simple sonrisa. Entender con absoluta claridad que a pesar de las diferencias, todos somos iguales. Aprender a confiar en nuestro instinto que hasta ahora, nunca nos falló y que al sentir una energía que no nos gusta, sencillamente nos apartamos de inmediato.
Lo primero es afirmar que esta ciudad es imperdible cuando viajas por la Argentina. Es conocida como La Docta porque aquí se fundó la Universidad Nacional de Córdoba, la primera en Argentina, por donde han pasado estudiantes que mas tarde se han destacado en importantes cargos públicos y privados. Es la segunda mas grande después de Buenos Aires y la mas extensa de este país y un centro cultural, económico, de entretenimiento y financiero de la región.
Las actividades son variadas, depende de los gustos de cada cual y encontrarás una amplia variedad. Dejamos la info en el siguiente cuadro.

Las Sierras de Córdoba.

Un paseo que iniciamos acompañados de un mate caliente. Nos alejamos de la ciudad hacia las villas y pueblitos pintorescos donde la tranquilidad (y el helado viento de Julio) eran la constante. Ríos, arroyos, monumentos, estancias generan una gran variedad de alternativas para visitar, destacando el área de Calamuchita, la villa General Belgrano, el embalse Los Molinos donde pudimos apreciar a lo lejos una central nuclear. Nos sorprendió saber que existe energía de este tipo en América del Sur porque suponíamos que eran reservadas a países del primer mundo (y seguimos aprendiendo).

Al final de el recorrido, visitamos la zona de las llamadas haciendas jesuíticas y nos detuvimos en la hacienda Alta Gracia. Hoy es un museo preservado y permite un acercamiento al pasado.


Bien vale la pena este recorrido que nos tomó el día entero. Si alguna vez tenemos la oportunidad de volver en verano, seguro que será una visita de al menos una semana para disfrutar y conocer lentamente esta zona.
El paseo por las sierras chicas. Pasamos por la estancia jesuítica de Caroya, la de Jesús María y la estancia Santa Catalina. La caroya: el primer establecimiento rural organizado por la compañía de Jesús en 1.616. La de Jesús María: fue el segundo núcleo productivo. Se construyó a partir de 1.618 y la estancia Santa Catalina cuya organización fue iniciada por los jesuitas a partir de 1.622, es el mayor conjunto edificado por la compañía fuera de la ciudad de Córdoba. El guía, una persona muy simpática, hace que la visita a esta estancia resulte muy agradable.


En esta estancia viven todavía sus dueño. La familia Díaz. Si están en casa, algunos sitios quedan restringidos para los turistas. Por suerte sus dueños no estaban y pudimos recorrerla con gran tranquilidad. De allí salimos por las sierras chichas hasta llegar a la falda Carlos Paz donde recorrimos su calle principal y su costanera.
El centro histórico.
Los bellos edificios cuentan parte de una historia que inició en 1.573 cuando fue fundada por Jerónimo Luis de Cabrera, sevillano de nacimiento quien fue condenado a muerte por decreto imperial y que pone de manifiesto el poderío y la soberbia (además de la ignorancia) de los monarcas de la época por su crimen: fundar la ciudad mas al sur de lo acordado previamente.



Hay palacios y edificios de visita obligada. Empezamos por la iglesia San Francisco y continuamos por la manzana jesuítica que comprende la iglesia de la Compañía de Jesús, la Capilla Doméstica, la residencia de los padres, el rectorado de la universidad nacional de Córdoba (antiguo colegio de la compañía de Jesús) y el colegio mayor nacional de Monserrat. En estas construcciones se condensan algunas de las máximas expresiones de arte barroco de Latinoamérica. Todo el conjunto ha sido declarado monumento histórico nacional.


Continuamos caminando por el centro, pasamos por detrás de la catedral donde le hace el pueblo de Córdoba un homenaje al cura Brochero (Jose Gabriel del Rosario Brochero), santo argentino. Pasamos por la iglesia Santa Catalina de Siena, el museo de la memoria, el paseo de las flores, luego caminamos por el pasaje Santa Catalina hasta llegar a la plaza San Martín, donde en el centro está un gran monumento al libertador. A un costado está la catedral de Córdoba, imponente y bella.



Una prolongada y agradable caminata en la que un día es apenas el inicio. Para terminar decidimos visitar uno de los íconos de la comida típica de esta ciudad: los choripanes de El Dante. un clásico argentino.

En una palabra: delicioso. Recomendado.
Al día siguiente salimos al paseo del Buen Pastor, ubicado en el barrio Nueva Córdoba. Aquí funcionó por años una cárcel de mujeres. Hoy es una galería comercial muy interesante y es un sitio de referencia y encuentro de los cordobeses.


Luego pasamos a la iglesia del Sagrado Corazón, más conocida como la iglesia de los capuchinos. Pertenece a la orden Franciscana y es reconocida como la primera maravilla artificial de la ciudad. El arquitecto fue Augusto Ferrari quien realizó su trabajo en un estilo neo gótico.



Se destaca por su colorido y por el gran número de esculturas y pinturas y sus dos torres, una alta que asciende y la otra trunca, que representa la materia que muere. Este templo hoy día es un ícono de Córdoba por su historia, su diseño y su significado para la fe. Luego paseamos por los sitios representativos de la ciudad, como el palacio Ferreira, donde vivió una de las novias del Ché y que hoy es el museo superior de bellas artes, museo Evita. La torre, el faro, la cañada, la casa de gobierno y otros.


Hay muchísimo por ver y se puede apreciar la grandeza de sus palacios que se combinan con las modernas edificaciones y espacios públicos que generan vida y una linda visual.


Al regreso entramos a una muestra de motocicletas Puma. Una colección antigua de estas motos de fabricación argentina, que generaban una gran pasión entre los que la visitaban.

Esta moto fue para miles de trabajadores cordobeses y del resto del país algo tan necesario y cautivante como el mate o el pan de cada día.

Córdoba, ciudad de la que es fácil enamorarse. Estuvimos diez días recorriendo sus calles, sus alrededores y confesamos que nos encantó. Además “descubrimos” que el sistema de educación es gratuito y gratuito de verdad. Un buen ejemplo es la universidad de Córdoba que acoge además de los argentinos, estudiantes de todo el mundo. No nos lo podíamos creer. En nuestro país hay universidades públicas pero se paga, en algunos casos muy poco, pero gratis, nada. Es un bonito ejemplo que valdría la pena copiar y beneficiar a miles de jóvenes que tienen pocas oportunidades en la vida.
El tema de la gratuidad se extiende hacia el sistema público de salud. Con las imperfecciones que pueda tener, tuvimos necesidad de utilizarlo debido a un fuerte dolor de espalda que atormentaba a Martha. Era tan agudo que algunos días en Monte Cristo fueron de reposo total en casa de Pablo&Gloria.

Tomaron radiografías que para nuestra buena fortuna no revelaron nada delicado y luego de la consulta, recetaron unas inyecciones y algunos medicamentos para aliviar el dolor. Presentamos el pasaporte y nuestro seguro internacional que no fue necesario ni recibido y al salir, solo fue necesaria una firma. Pero es que además, entregaron los medicamentos que se requerían por los siguientes días sin realizar cargo alguno. Nos pareció asombroso porque en Colombia no existe nada que se le parezca y a pesar de los reparos que puedan tener los ciudadanos argentinos, deben considerarse afortunados por tener lo que tienen.

En la imagen, recibiendo los cuidados de Vilma en casa. Estamos seguros que por sus buenos oficios, fuimos muy bien atendidos en el Hospital y seguramente eso hizo la diferencia. A pesar de ser días de dificultades, el haber estado como en casa, nos alivió y de que manera, un episodio que en otras condiciones, hubiera sido complejo. De nuevo, muchas gracias amigos.
Al final, la despedida de Córdoba fue con un estupendo asado argentino preparado por Pablo. Un verdadero manjar deliciosamente acompañado de nuestros amigos viajeros a quienes llevamos en el corazón.
Seguiremos hacia nuevos destinos y aventura en la próxima entrada.
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