75. Como viajar por una fábula: región de los ríos en Chile.
Hoy vamos a recorrer este intenso y bellísimo verde del sur chileno, del que no nos cansamos de admirar por sus volcanes, lagos, colores, gente y gastronomía, iniciando en Villarica, donde nos instalamos en el camping MAC muy cerca de la costanera y por el que pagamos CLP 5.000 p.p por noche y que nos serviría de base para visitar esta zona.
Nos pareció una ciudad bastante atractiva, tranquila y aprovechamos un lindo día para conocer la catedral, la feria artesanal, la municipalidad, sus calles y en general, la ciudad. En pleno verano, ya sentimos la afluencia del turismo que en grandes cantidades disfrutaba de las playas del lago.
El lago tiene igual nombre que la ciudad y es donde comienza una región privilegiada de lagos, lagunas y volcanes que compiten en belleza. Desde aquí nos dirigimos hacia la vecina Pucón, a tan solo 26 kilómetros por la ruta 199 por la que pudimos apreciar zonas verdes bien mantenidas con casas y hoteles muy bellos.
Es un pequeño pueblo con casitas de madera, servicios turísticos de primer nivel, nacido con la llegada de colonos europeos, en especial alemanes. Desde la entrada nos encantó por su orden y limpieza, además de su estilo arquitectónico, el color de la madera y su belleza.
Dejamos estacionada la negrita y nos fuimos a recorrer a pie sus callecitas y su costanera. Al llegar al lago, nos animó un vendedor que con megáfono en mano, invitaba a dar un paseo por el lago, así que nos embarcamos.
Pagamos CLP 10.000 al abordar el catamarán, agradecidos por un día despejado que nos permitió apreciar el volcán en todo su esplendor.
Apreciamos villas veraniegas, grandes hoteles, playas, zonas de pesca y las explicaciones a bordo que complementan lo que estábamos apreciando. Vale la pena pasar un día entero (y seguro que más días también) pero hay más atractivos que visitar, como los Ojos del Caburga, un conjunto de pozos alimentados por riachuelos a poco mas de 18 kilómetros.
Para entrar pagamos CLP 2.000 e iniciamos un recorrido por los senderos. Tiene tres caídas de agua, una vegetación fantástico y pasarelas de madera por la que pudimos caminar muy a gusto. ¿Cómo definir un color como el que vimos aquí? No sabemos si el color “azul eléctrico” exista, pero lo definimos así. O puede ser la sensación que nos produjo 🙂
Y si los saltos de agua son para no olvidar, los nacimientos de agua pura y transparente, son sorprendentemente bellos. Nos detuvimos un buen rato para apreciar lo que estaba expuesto ante nuestros ojos. El fondo se puede ver con total claridad.
Una visita que nos encantó y que recomendamos muy especialmente. Desde aquí tomamos rumbo hacia el sur hasta llegar a Licanray, que significa flor de roca en mapudungún. Es otro balneario a unos 27 kilómetros desde nuestro camping.
Está a orillas del lago Calafquén y es un polo turístico de los siete lagos en Chile.
Al llegar, visitamos el punto de información turística donde nos explicaron el circuito sugerido en un mapa. Es de agradecer la información que ofrecen en Chile, con excelente material e información y en especial, un trabajo profesional y atento. También nos parece muy interesante la claridad que tienen en la formulación y uso de la cadena de valor turística que ha realizado Sernatur y los particulares. Recorrimos su plaza, feria artesanal, costanera y nos encantó. Mas tarde salimos hacia Coñaripe que significa sendero de guerreros. Por la vía vimos grandes playas, buenos campings y servicios. También pasamos por Choshuenco y al final, a Puerto Fuy, desde donde está el paso HuaHum que lleva a Argentina. El paisaje es de lo mejor.
Caminamos por el muelle observando las embarcaciones que ofrecían la navegación aunque decidimos no hacerla.
Cerca está la reserva biológica del Huilo Huilo área natural protegida de esta región de los ríos. Tiene 100.000 hectáreas y tan solo el 1% tiene parcelas particulares mientras en el restante, se encuentra la fundación Huilo-Huilo que protege el bosque lluvioso templado, ecosistema que representa el 1% de los bosques a nivel mundial. Impresionante.
Esta reserva tiene 250 kilómetros de caminos que invitan a descubrir sus tesoros. Si los anteriores destinos nos parecieron privilegiados, esta zona es como sacada de una fábula, de esas que al leerlas, producen una gran felicidad. Y eso era lo que sentíamos al recorrerla, como en un cuento de hadas al que teníamos la bonita posibilidad de asistir.
La reserva tiene hoteles espectaculares que hacen coro con este paraíso adornado de sonidos de pájaros, el viento que mece las ramas de los árboles. La página web es: https://huilohuilo.com/
Está habilitada la visita para turismo y pagamos CLP 3.000 p.p para acceder a conocer este árbol en cuyo interior está el hotel que sin duda, es uno de los más originales del mundo, además de estar a tono con el entorno de la reserva. Averiguamos por curiosidad el valor de la habitación mas sencilla de poco más de U$180 por noche. Luego de conocer el impresionante hotel, iniciamos el recorrido por senderos pintorescos, ambientados con hadas, gnomos y un parque de esculturas.
Los senderos bien demarcados, alternan con pasarelas de madera que nos llevan a los saltos.
El camino se realiza entre enormes y frondosos árboles, realmente impresionantes. Al final llegamos a los saltos de Huilo Huilo, que completan esta fantasía de sitio. El tiempo pasa tan rápido en momentos que como éstos, la razón de transforma en sentimiento.
Luego caminamos por el Sendero de los Espíritus Mapuches que tiene una serie de esculturas en madera, sobre personajes míticos los que son representativos de los seres fantásticos y característicos de los diversos territorios mapuches.
Ngen mapu es un espíritu perteneciente a la religión mapuche, se trataría del dueño y protector de la tierra, aparte de los cultivos hechos por los humanos.
Es una visita de un par de horas caminando sobre la fantasía de un sitio que para nosotros resultó único e inolvidable. Al salir, visitamos la cervecera Peterman y un parque de esculturas en madera.
Este punto quedó marcado con una estrella y lo recomendamos muy especialmente.
Mas adelante llegamos a Panguipulli (espíritu del puma) un sitio pequeño dedicado al turismo. Tiene una costanera grande y una iglesia muy vistosa: San Sebastían de Panguipulli.
Hicimos varios recorridos desde Villarica y en algunos nos perdimos. Afortunadas perdidas que en una ocasión nos llevó por un camino de ripio, a Chesque, que tiene un espectacular mirador desde donde pudimos apreciar los volcanes Villarica, el Quetrupillan, y a lo lejos el Lanín de Argentina.
Las vías están en perfecto estado y realmente es una experiencia transitar por ellas, en estos días que nos parecen pocos pero aunque vamos lento, llegar al sur en verano, es un objetivo claro en esta aventura.
Nos entusiasmamos tomando fotografías, es una de nuestras aficiones que cada día crece más y te invitamos a verlas en Flickr. Solo haz click sobre el cuadro de abajo.
Seguimos aprendiendo que mitad del paisaje la compone lo que nuestros ojos ven y la otra lo que nos comunican nuestros sentimientos.
Seguimos en ruta, aventurándonos por parajes que aunque estudiados, nunca soñamos ni de cerca lo que realmente vivimos en estos días. Gracias por tanta belleza.
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