69. El maravilloso Valle del Elqui
Ahora vamos rumbo al famoso valle del Elqui despues de almorzar en casa de José Alejandro y Marcia, hermana de Patricio. Es uno de los 6 valles transversales en Chile en razón a que va desde la cordillera hasta el mar.
Nos resulta impresionante ese profundo contraste de sus áridas montañas con el verde intenso del valle fértil bajo un cielo azul maravilloso. Nuestro destino inicial es la pequeña población de Paihuano donde nos recomendaron el camping Tofino que encontramos fácilmente. Nos recibieron Crisitian y Jessica, los dueños y luego de revisar el sitio que resultó una magnífica recomendación por las instalaciones, organizamos nuestras cosas, descansamos un poco y salimos hacia el pequeño pueblo para aprovechar la señal de internet en el parque. El clima es bien agradable y ronda los 25 C
Al final de la tarde, tomamos un baño en la piscina y nos relajamos bajo uno de los cielos más despejados para visualizar estrellas. De hecho, en la noche además de ver gran cantidad de estrellas, visualizamos varios satélites que corren veloces por el firmamento.
Decidimos realizar la ruta desde Paihuano hasta Alcohuaz, donde finaliza la carretera. Empezando por Paihuano, es un pequeño (muy pequeño) pueblito que vive de la actividad agrícola y el turismo ya que es también la entrada a los valles de Cochiguaz, Alcohuaz y paso obligado para la estrella de esta ruta, Pisco Elqui. Tiene una plaza bien pequeña y asistimos a misa en su iglesia la Inmaculada Concepción, con un diacono. Es nuestra primera misa sin sacerdote y la diferencia está en que no consagra la comunión, siendo el resto prácticamente igual.
Mas adelante llegamos a Montegrande ubicado en el valle del río Claro.
Allí conocimos la casa y la escuela donde vivió la poetiza y premio Nóbel Gabriel Mistral durante su infancia, declarada monumento histórico en 1.979. A pesar que había nacido en Vicuña, Mistral consideraba Montegrande como su ciudad natal.

Habitación en la que vivió Lucila Godoy en su infancia. Montealegre.

El sitio donde están enterrados sus restos.
Ello se vió reflejado cuando decidió que sus restos mortales fueran enterrados en esta localidad y su tumba fue declarada monumento histórico en 1.961. Así mismo Mistral legó a los niños de Montegrande los derechos de autor de sus obras publicadas en América del Sur. Es casi un parque bellamente adornado y en excelente estado de conservación. Además, se encuentran los restos de su sobrino amado. Caminamos sin prisa por estas calles llenas de la historia de la poetiza por estos pueblos bellos que ofrecen una magia especial y guardan el secreto de la elaboración del legendario pisco. Sin prisa y con una enorme tranquilidad porque estamos fuera de temporada este sitio comunica una paz que nos invade.

El hermoso valle y su río Elqui.
Seguimos por las ruta, atravesando paisajes que nos cautivan y mas adelante llegamos Pisco Elqui. Es el principal destino turístico del valle. Pequeño y coqueto, su hermosa plaza e iglesia lo hacen especial.
Su historia está estrechamente ligada a la producción de esta típica bebida que genera discordia con su homólogo de Perú. Justo a un lado de la plaza está la famosa pisquera Mistral que produce uno de los mejores piscos de Chile, según nos comenta la gente de la zona. Es posible realizar un tour con degustaciones.
La gente es muy amable y caminar por sus calles es vivir este destino. Tiene servicios para los gustos más refinados así como para presupuestos reducidos. Aquí convergen viajeros de todos los sitios y es una de las principales atracciones turísticas de Chile.
Daniel Aburto nos recomendadó visitar la pisquera Los Nichos que está a solo 4 kilómetros de aquí. Al llegar hicimos un tour guiado por el que pagamos CLP 2.000 p.p.
Desde la llegada de la uva, su proceso y algunos de “sus secretos” hacen parte de este simpático tour de casi 1 hora de duración, siendo el principal atractivo visitar los nichos o bóvedas, lugar en el que se reunían Rigoberto Rodríguez Rodríguez con sus amigos para tomar esta bebida espirituosa.

Los epitafios que se dedicaban en vida en este simpático lugar.
Produce risa los epitafios que con gracia se dedicaban en vida el grupo de contertulios, además de obras de arte con humor macabro que reposan en estas bóvedas. Al final, la degustación. Nos agradó tanto que decidimos comprar el pisco de 40 grados, debido a que no produce dolor de cabeza.
Mas adelante llegamos a Horcón, pequeño pueblo artesanal que pocos días antes había sufrido un gran incendio y en el que no hay mayor cosa que ver de modo que continuamos hacia Alcohuaz que es el último pueblo del valle y donde termina la carretera.
Cuenta con un observatorio que ofrece astro tours. Hoy parece un pueblo fantasma, no hay nadie ni siquiera movimiento. Parece congelado en el tiempo así que hicimos un pequeño recorrido y tomamos la ruta de regreso.
Y ahora vamos hacia Cochiguaz en el valle del mismo nombre. Se accede tomando la desviación desde Monte Grande que está hacia la izquierda. Es reconocido por su orientación misitica y de reflexión en medio de un bello paisaje con una intensa calma y una paz especial.
Al final nos encontramos con el monasterio oriental que coge peregrinaciones de viajeros que hasta aquí acuden. Para nosotros resulta curioso encontrarlo y lo recorrimos leyendo y tratando de entender el significado.
Rivadavia es el sitio donde empieza el río Elqui en la confluencia de dos ríos. Es un pueblo pequeño sin mucha relevancia. Iniciamos nuestro regreso hacia Paihuano, recorriendo los pueblitos que encontramos en el camino y las últimas imágenes de este valle que nos sedujo con su colorido y enorme cantidad de parrales.
Hay magia en esta combinación tan hermosa de colores, entre lo seco y la fertilidad del valle y la riqueza de una zona que ofrece una excelente experiencia que nos ha encantado.
Recordamos cuando hace mas de un año, durante la preparación de esta aventura pensábamos que si nos aburríamos por estar tanto tiempo fuera de casa, nos devolvíamos y solucionado el tema. Ahora que llevamos poco menos de un año y a pesar de extrañar la familia, amigos y la comodidad de nuestra casa, solo queremos seguir en ruta y vivir esta maravillosa sensación de libertad.
Seguimos a Diaguitas pequeño pueblo bonito y alargado. Lo mas llamativo es la gran cantidad de dibujos de la cultura Diaguita que hay en sus muros.
Aquí está la cervercería Guayacán, cerveza artesanal con buena reputación en la zona. Mas tarde llegamos a Vicuña, la ciudad natal de Mistral. Una ciudad con edificios bajos rodeada de vegetación y cerros.
Durante el recorrido en la plaza de armas encontramos una feria artesanal. Al otro costado encontramos la torre Bauler, que es símbolo de la ciudad y donde está la municipalidad de Vicuña. Es centro de información turística. Diagonal está la iglesia de la Inmaculada Concepción de bonita fachada y un bello interior en madera.
En este pueblo venden unos helados deliciosos de Copao y canela, que compramos para empezar una corta caminata por su calle principal hasta llegar al museo de Gabriela Mistral, lleno de obras y objetos personales de la poetiza.
Es un museo muy interesante, imperdible para conocer y apreciar la vida e historia de la premio nobel de poesía chilena. Entre otras, pudimos leer de puño y letra de Lucila Godoy, escritos que la inmortalizaron.
Una visita que nos tomó mas de una hora, porque en realidad está muy interesante y completo. Vale la pena la visita. De regreso reservamos en la municipalidad la visita el observatorio Mamalluca para la noche, con valor de CLP 7.000 p.p.
Está ubicado en el cerro del mismo nombre y es una buena oportunidad para disfrutar de un cielo estrellado y totalmente despejado. Esta zona es promocionada como la ruta de las estrellas y luego de presentar las entradas, pasamos a un salón múltiple donde nos mostraron un video relacionado con el cosmos y el entorno de la región. Al finalizar salimos al exterior y nos ubicamos junto a un telescopio. Un simpático guía con explicaba diferentes estrellas con un potente láser. Luego visualizamos Saturno en un telescopio, con los anillos perfectamente visibles. Nos explicó los colores de los astros: las mas rojas, son las mas antiguas, las amarillas en su mediana edad y las mas brillantes y blancas, las mas jóvenes. Nos enseño la constelación del escorpión, cuyo corazón es la estrella Antares con su color rojo. Luego subimos al telescopio donde observamos una nebulosa donde hay una masa de 500 mil estrellas. Con esto nos despedimos del observatorio. Nos encanta la infinita profundidad del universo y y queremos estudiar y conocer mas de este desconocido infinito para cuando tengamos el tiempo para ello. Decidimos quedarnos una noche más en nuestro camping con la sorpresa que Cristian y Jessica prepararon un delicioso asado para nuestra despedida y nos reunimos con ellos y sus familiares.
Estos detalles de cariño multiplican su valor cuando estamos tan lejos de nuestros seres queridos y nos hacen felices. Nos encantaron las churrascas asadas al carbón. Tomamos el jugo de damasco y pasamos unos momentos muy agradables en compañía de esta bonita familia. Muchas gracias 🙂
Al salir y por esas cosas del destino, vendimos nuestra carpa grande a Cristian. Un negocio que surgió sin proponérnoslo y surgió como comentario que nuestra carpa era demasiado grande para los intensos vientos del sur. Así que la dejamos en buenas manos y esperamos que la disfruten.
Nos despedimos de nuestros amigos y entendemos que el azar nos une, nos regala a través de sus sonrisas y abrazos el combustible que impulsa nuestra aventura.
Más adelante está el embalse de Puclaro creado como reserva de agua potable y de riego de los campos del valle. Hay enormes cultivos de uva y un paisaje maravilloso.
Y ahora a seguir hacia el sur hacia nuestro próximo destino, cuya historia la publicaremos dentro de unos días.
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