39. Nasca
Nuestra ruta hacia Nasca, tuvimos que conducir 189 kilómetros con un solo peaje de PEN 7,50 sobre una carretera asfaltada que atraviesa un largo desierto. Antes de llegar, visitamos el museo de María Reiche, en la localidad de San José.
Esta casa museo contiene información sobre estudios de las líneas y figuras de Nasca realizadas por esta mujer alemana, que se enamoró de esta zona y dedicó su vida al estudio y conservación de este patrimonio, declarado de la humanidad por la Unesco. Por sus aportes y su dedicación, fue llamada la dama de Nasca. Al parecer, estas enigmáticas líneas producen un virus, que al que alcanza nunca suelta. María con su pasión y dedicación, descubrió las líneas de solsticio y los diseños “El Colibrí”, “El Mono” y “La Araña”. Se trasladó a vivir cerca de las líneas, en el ingenio y luchó por su conservación de proyectos de irrigación, saqueos y hasta de carreras por el desierto. En 1.992 recibe la nacionalidad de un pueblo que la quiere y le guarda gratitud. Hoy día unos 200.000 turistas al año realizamos el sobrevuelo por las enigmáticas líneas de la cultura pre Inca Nasca.

Habitación de María Reiche
Pagamos PEN 5 p.p. a la entrada del museo, que aunque es pequeño recrea la forma en que vivió “la dama de Nasca” así como fotos, planos, mapas, material arqueológico y maquetas. En un jardín del museo, se encuentra la tumba de la investigadora y protectora, que murió a la edad de 95 años. Muy interesante museo y un ejemplo de tenacidad de un gran ser humano.

Torre mirador de geroglíficos de palpa
Al salir, visitamos los petroglifos de Palpa, desde una torre alta, aunque no resulta claro del todo lo que pudimos ver y seguimos a la torre metálica situada sobre la panamericana. Acceder cuesta PEN 3 p.p. y proporciona una vista de 3 figuras: “El Lagarto”, “El Arbol” y “Las Manos”, que se alcanzan a adivinar, sin que sea una vista muy clara. El Lagarto está dividido por la carretera panamericana, porque en la construcción desconocían la existencia de las líneas. Con la curiosidad intacta, nos fuimos a Aeroparacas y contratamos el sobrevuelo a primera hora del día siguiente, por PEN 436 por los dos, sin incluir tasa aeroportuaria. Aprovechamos para recorrer las calles del pueblo, su plaza principal y su zona comercial y de restaurantes.
Líneas de Nasca
Llegamos al aeropuerto María Reiche, donde se pagan PEN 30 de tasa p.p. y luego de una espera de una hora por condiciones climáticas, inició nuestro sobrevuelo. Somos 7 personas: 5 pasajeros y 2 pilotos, uno de ellos, nos anunciaba las figuras y la ubicación.

Cuadro de la lineas de Nasca que se miran el el sobrevuelo del aeropuerto

El Colibrí.
Gracias a la edición de nuestro programa de LightRoom, hacemos “más visibles” las figuras, porque dicho sea de paso, a veces cuesta identificarlas. El vuelo es bien movido, debido a que al sobrevolar por las líneas, la avioneta se inclina para la derecha, realiza un giro en “ocho” para que los de la izquierda, puedan verlas también. Esos movimientos cerrados, generan revoltura estomacal, así que es mejor no desayunar el día del sobrevuelo, como hicimos nosotros.

La araña
Estas líneas han sido y siguen siendo un misterio. Se conocen las interpretaciones científicas y los “se presume” aunque la mejor explicación, la encontramos de María Reiche en su museo, y que reproducimos en la siguiente foto:
Y bueno, sin dudarlo, si vas a Nasca, sí o sí, debes hacer el sobrevuelo. No hay otra forma de maravillarse de las ejecuciones de esta cultura. El sobrevuelo resulta demasiado corto, de apenas 30 minutos incluido el tiempo de despegue y aterrizaje, que se al final se agradece, porque de ser un poco más largo, tal vez el estómago no se salve de una inesperada emergencia. Al final, en el recuerdo llevaremos las figuras que pudimos ver y los misterios aún sin explicar de estas enigmáticas líneas. Y especialmente el recuerdo de una mujer corajuda que hizo de estas líneas, su vida y su legado para el mundo entero.

El Astronauta
Tuvimos la oportunidad en los días que estuvimos en la zona, de observar las piedras calcinadas en el inmenso desierto y ver (o imaginar) de primera mano, la forma en que los Nascas dieron vida a esas enormes líneas. Suena fácil pensar que retirar esas piedras y afirmar el terreno es tarea fácil, siendo una tarea gigantesca. De nuevo, la capacidad de asombro se desborda.

Pampa desértica de Nasca
Casi 2.000 años de antiguedad de unas líneas que han sufrido todo tipo de inclemencias y que solo se divisan desde gran altura, nos llenan de preguntas acerca de su verdadero significado y duración. No importa cuanto hayas leído o visto acerca de Nasca. Sin duda alguna, estar aquí, parado y caminando por la pampa rocosa y tener la posibilidad de sobrevolar la zona, te cambia tu propia percepción.
Otros atractivos en Nasca
Recorrimos otras atracciones de la zona, como el acueducto de Cantalloc, los paredones, el geroglifo de las agujas, el cerro blanco y Cahuachi.
El recorrido de 87 kilómetros se hace en un día y recomendamos comprar el boleto de 20 PEN que las incluye todas. Los acueductos, son una extensa red de canales subterráneos y reservorios hechos en piedra en forma de espiral escalonada y construido por los Nascas.

Acueducto de Cantalloc
También visitamos Cerro Blanco, la duna más alta de el mundo, se encuentra a 2.078 metros y mide 1.176 metros. Es una bonita vista desde la carretera aunque la verdad, no impresiona, al menos desde la parte de abajo.

Cerro Blanco
Cahuachi: por una polvorienta carretera por más de 25 kilómetros al oeste de Nasca, es el centro más importante de su cultura y aún con trabajos arqueológicos en ejecución. Se compone de varias pirámides en piedra y fue la capital de poder político y religioso de sus gobernantes, quienes organizaron a la población de los valles desde Ica hasta Acarí para la construcción de grandes obras, como la propia Cahuachi o las mundialmente famosas líneas de nazca.

Cauachi
Super recomendado. Lástima que llegamos al final de la tarde y apenas si tuvimos una hora para recorrerlo. Nosotros fuimos por nuestra cuenta y nos perdimos. No hay señalización y en medio de ese inmenso desierto, con varios “caminos” hasta que descubrimos la existencia de unos pequeños postes blancos con punta azul que de alguna manera nos orientaron. Al final de la tarde, de regreso, el atardecer en el desierto fuel el cierre de otro día lleno de colores.
Y ahora, a seguir en nuestra ruta. Hasta la próxima!
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